miércoles, 9 de octubre de 2013

Broken Mirror





Un reflejo desdibujado de tu imagen. Un eterno interrogante sin nombre. Una silueta invertida de tu persona. El negativo de tu foto revelada. Un alter ego de mí, un alter ego de ti. Una anomalía en tu sistema, un Déjà-Vu. 

Un reverso oscuro, un escalofrío invisible. El difuminado contorno de la nada que todo lo envuelve. La sombra vengativa de la Paladina Yunnah , la magia blanca del Mago Malvado Atog; las tinieblas espesas en el corazón del Dios blanco Zabrax la relatividad general del Reloj-animal Barbarijel.
Sabes quién soy, aunque no me recuerdes. Me has visto de refilón, me has soñado sin saberlo, nos hemos cruzado en alguna ocasión de tu vida. Has sentido mi mirada y te has girado, sobresaltado, intentando buscar mis contornos. Pero no me encuentras porque tu mente es imperfecta, absurda, y selecciona las cosas superficiales de la realidad mientras entierra los detalles relevantes en las profundidades de tu memoria. 

Estoy en ti, estoy fuera de ti. Soy el muñeco que mueve los hilos desde la torre de control de tu cabeza. La caja de música de un payaso de tela abandonado que te muestra el camino hacia la locura. El espectro acechante de Keyser Soze. Soy un medio, un mensajero, la vía para mostrarte lo que se halla en tu interior, lo que tienes delante y no ves (lo que no quieres ver). 


Pero no sufras. Desde ahora, cuando entres en esta dimensión virtual me encontrarás, y abandonarás la conciencia de la realidad aparente para dejarte llevar por mis dominios. Te desharás de cualquier ilusión del mundo apolíneo, de las luces de anuncios y visiones de la gran ciudad, de la máscara de tu yo social y público. Cuando estés frente a mí te adentrarás en las cavernas de tus sueños, y te verás como verdaderamente eres. Te sumergiré en los submundos del universo, en las alcantarillas de la sociedad, en los miedos más aterradores de tu frágil inconsciente.



Yo soy el que soy sin ser: yo soy el no-yo. 



Y me llaman Broken Mirror. El juego ha terminado. Bienvenido a la pesadilla.




"Conozco la sonrisa brillante de las mañanas, 

las tardes melladas, 

las desdentadas noches. 

Sé del aullar de gigantes en lumbres de aspa de molino, 

sé del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas, 

sé del néctar de las bocas 

y de su aliento en la nuca, 

sé de las palabras inútiles como bolitas de humo, 

y de camas deshechas como lienzos desflorados, 

sé de los bordes cortantes del canto herido, 

sé de su demencial cordura. 

Desconozco, sin embargo, 

ese rostro; vagamente familiar

que me mira a cada instante desde el espejo"

( "Todas las personas se ponen una máscara delante para no parecer tan hijos de la gran puta")

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