domingo, 6 de octubre de 2013

La crítica es bella. Cómo analizar los libros para niños.



Sin duda el título de este artículo de Ana Garralón ha sido clave en su elección para esta práctica. El máximo responsable de los materiales que se presentan dentro del aula, entre ellos los libros, es el docente. Entonces, ¿cómo un futuro maestro puede pasar por alto un artículo con este nombre?

La elección de los libros de literatura infantil siempre ha estado condicionada por los adultos, especialmente si se tiene en cuenta su uso pedagógico. Pero, ¿qué premisas se han utilizado para esta elección? Se pueden dar diferentes criterios para la elección de los libros:
  • Criterios económicos: ajustarse al presupuesto y/o dejarse recomendar por comerciales para escoger lecturas cuyo coste sea asumible.
  • Criterios de desinformación: elegir únicamente aquello que se ve o se conoce.
  • Criterios pedagógicos: seleccionar un libro por tratar una temática que se puede trabajar transversalmente.
  • Criterios morales: elegir un libro respetuoso para evitar cualquier tipo de conflicto.
Estos criterios pueden ser acertados o no, por lo que la amplia cantidad de libros infantiles que hay en el mercado (un 15% del total) hace necesario la figura de una persona encargada de recomendar o no lecturas. Ahora bien, ¿quién debe ser el crítico de libros para niños? Sin duda, ha de ser un lector de amplia formación cuya crítica sea fundamentada atendiendo tanto al lector al que va destinada como a la obra literaria en sí. 

Entonces, ¿por qué no les llega esta información a los docentes? Porque está inmersa en una serie de dificultades tales como la ausencia de espacio, la ausencia de formación en la tarea de la crítica, el exceso de producción y la falta de exigencia de los destinatarios. Por tanto, se da una situación de invisibilidad. (Fernández Paz, Agustín: «Contra la invisibilidad». En: CLIJ, 103, 1998.)

Debido a lo anterior, es conveniente tener presente una serie de elementos valorativos objetivos para la selección de libros. Por ejemplo:
  • Cada género atiende a diferentes elementos y estructuras, por lo que aspectos valorados positivamente en uno pueden ser negativos para otro.
  • Se ha de valorar la estructura narrativa y los elementos literarios, pero también los recursos como los personajes, el diálogo y el lenguaje.
  • Elementos pictóricos como el color, la perspectiva, la textura, la composición y la relación imagen-narración se han de evaluar, además, en un álbum.
  • La selección también dependerá de elementos éticos, psicológicos, sociológicos, históricos y formales.
A modo de conclusión, los espacios de opinión y crítica son completamente necesarios y, por ello, es importante crearlos y darles difusión. Una mejor selección de la literatura infantil de calidad pasa por una visión más amplia de la misma. La variedad y la diversidad de juicios propician elecciones más objetivas y beneficiosas para los lectores. He aquí mi contribución.

No hay comentarios:

Publicar un comentario