En muchas ocasiones, la
animación lectora ha sido un tema controvertido. En las escuelas se nos ha enseñado
a leer y se ha intentado inculcar valores literarios por la fuerza, acercando a
los alumnos obras que en raras ocasiones se acercaban a sus centros de interés.
Como docentes, debemos ser capaces de identificar estos centros de interés y
hacer lo posible por que nuestros alumnos encuentren en la lectura una vía de entretenimiento
alternativa, sin que esto cause pesar y desazón en ellos.
Durante el transcurso
del grado esto no se ha visto reforzado más que en ocasiones contadas y muy
superficialmente. Es necesario cursar asignaturas específicas de literatura (ya
sea castellana, catalana o inglesa) para poder tener una ligera aproximación a una
posible solución a esta carencia formativa e intentar poner un remedio eficaz. Es
por ello que tras varias asignaturas, esta última que estamos cursando pueda
abrirnos un abanico de posibilidades para poder solucionar esta situación.
Julia y Marcos descubriendo a los Batautos. |
En ocasiones, este
esfuerzo que realizan los docentes no se ve reforzado en casa, donde se
facilitan otras vías de entretenimiento más cómodas para los padres y que copan
un rango de horas de dedicación en algunos casos más que excesivo, por lo que el
hábito lector debería trabajarse tanto dentro de la escuela como fuera de ella;
lectura en familia/amigos, visitas a bibliotecas, animaciones lectoras…
Nico rimando con Doña Pito Piturra. |
¿Cómo afecta esta
situación en el ámbito universitario? El estudiante de grado debe tener un
interés palpable y entusiasta por la lectura, pues así se le ha educado durante
sus anteriores etapas educativas. ¿Hasta qué punto es cierta esta afirmación?
Desde mi punto de vista, nos encontramos con un uróboro al que se debe atacar
ferozmente y poner en práctica lo comentado unas líneas más arriba, para que
las generaciones venideras no vean en la lectura una fuente inverosímil de ocio
y puedan de esta manera inculcar y hacer de ella un hábito ordinario.
Ahora descubro que en el Áuryn de Ende habían dos uróboros.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo en la necesaria implicación de toda la comunidad educativa, en especial las familias, en proyectos como las comunidades de aprendizaje se trata de llevar esto a la práctica, con una escuela que se abre e implica realmente en los objetivos de aprendizaje, en la adquisición de competencias.
A mis obligaciones
ResponderEliminarCumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.
No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.
A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.
Tengo rocío para todos.
En la entrada anterior he dejado un poema de Neruda que considero que resume con excelsa métrica lo que pienso sobre el tema en cuestión.
ResponderEliminarLeer, la última frontera. Una buena reflexión Alfred y muy buenas aportaciones de tus compañeros. En primero ya hubo una práctica con Neruda y Pere lo vuelve a citar. Incluid alguna idea en la programación. Además he descubierto una nueva etimología, que trae cola.
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